#ElPerúQueQueremos

Viaje al país de los recuerdos perdidos

Entrevista a Paola Franco

Publicado: 2020-10-12

Por: Melissa Torres Fabián


Paola Franco Arias (Lima, 1992). Egresa de la especialidad de pintura de la Facultad de Arte de la PUCP en 2017 tras haber realizado un intercambio académico con la Facultat de Belles Arts de la Universitat de Barcelona en 2016. Su trabajo gira en torno a la investigación de la novela gráfica, el dibujo y la literatura contemporánea. Inaugura su primera individual «Este lugar» en el Centro Cólich en noviembre de 2017 y presenta su segundo proyecto «El mundo está lleno de islas» en la Galería Fórum durante mayo de 2019. Ha sido finalista en el I Concurso Nacional de Narrativa Gráfica (2019), en el II Concurso de Dibujo «Dos Generaciones» (Galería John Harriman, 2018) y en el I Encuentro Nacional de Artes Visuales Trujillo (2017).


¿«Lugar estable» es un proyecto anterior al confinamiento? ¿De qué forma el aislamiento influyó en la serie gráfica?
«Lugar estable» nació a mediados de este año, en medio de la cuarentena. Solía reunirme por Zoom con dos amigos que también son artistas. Queríamos desarrollar un proyecto desde hacía tiempo. El confinamiento hizo que nos cuestionáramos aquello que habíamos postergado por tanto tiempo. Compartimos el gusto por la narrativa gráfica, por lo que el planteamiento del proyecto se dio de manera orgánica. Durante semanas trazamos una serie de esquemas respecto a una historia. Elaboramos el esbozo de la idea en general y procedimos a desarrollar algunos bocetos y poemas. Cada uno tenía un acercamiento diferente a la historia y ello se evidenciaba en el modo en que acentuábamos detalles que nos movían o nos parecían más interesantes. Obtuvimos resultados sustanciosos los primeros meses. Sin embargo, por falta de tiempo y pendientes de otra naturaleza, no pudimos continuar con las reunimos. Llevar a cabo un proyecto tan complejo a distancia, iba a demandar más que solo reuniones por zoom. Entonces inevitablemente el proyecto tuvo que parar. Yo seguí desarrollando la historia a partir del material que tenía. Decidí enfocarme en algunas partes del poema que hice en una de las reuniones. Releí a Perec y Pessoa en esas semanas. Eventualmente, volví a reunirme con mis amigos. Les comenté que continué con el proyecto, pero que había virado hacia otra dirección. A ellos les agradó la idea de que nuestra pausa no lo haya frustrado. Desde entonces, he trabajado en él por mi cuenta.
Por lo general, tus obras profundizan en las ideas de escritores literarios ¿Cuál es la relación entre esta serie y las citas de Georges Perec y Fernando Pessoa?
Semanas atrás, en una clase de escritura creativa con Nona Fernández, ella profundizaba en la importancia de las historias que nos persiguen, en las historias que nos penan. Aquello a lo que volvemos con la promesa de rendirle cuentas. Durante muchos meses, el poema de Perec estuvo rondando entre mis notas. Tengo la impresión de que en el confinamiento ese apego se tornó más punzante. La dirección que tomó «Lugar estable» es en gran medida al poema de Perec «Espacio (continuación y fin)» por el significado que tienen los lugares que no son tocados por el tiempo. El personaje de traje visita constantemente los restos de una villa, un lugar que parece tener una marca familiar muy reiterativa. En su peregrinaje, estos lugares le sirven de ‘puntos de partida’, como brújulas. Ante lo ineludible del tiempo, el personaje intenta rastrear cuál es la verdad de su historia. Insistir en ‘la historia que tanto le pena’. Por otro lado, con el «Libro del desasosiego» me pasó algo parecido. Hubo un momento en que la devoción por ese libro empezó a emanciparse de mí. Se tornó inmanejable. Pensaba en el personaje de traje como alguien que insiste en recuperar algo que fue suyo, que le fue dado. Que el olvido pesa aun siendo un espacio omitido. Y que ese peso es el más pesado de todos.
Además de las obras, se expone una parte del cuaderno de notas que contribuyó al diseño y desarrollo de los personajes ¿Existe un diario de los acontecimientos que se retratan en cada hoja? ¿Se podría hablar del inicio de tu primera novela gráfica?

Sí, tengo un cuaderno en el que reúno material sobre el proyecto. Sirve como un diario de poemas, relatos cortos o notas en general. Hay algunos bocetos pequeños en el interior, pero en su mayoría son textos. Los dibujos los realizo en otro tipo de soporte. 

No puedo afirmar que el producto final sea una novela gráfica. Creo que es todavía algo prematuro. La idea me entusiasma, sí, pero no lo sé. Todo dependerá de la consistencia que adquiera la historia.

¿Describirías tu mundo interior como un territorio estable persé o es un espacio en proceso de construcción que va definiendo su identidad con el paso de los años?
Tengo una fuerte inclinación por el pasado. Un cariño muy arraigado. Probablemente dado por las cosas que leo, observo y colecciono. La idea de un territorio estable me toca de manera sensible por eso. Pensar en un espacio inmóvil y sin tiempo, me atrae. Sin embargo, considero que a pesar de que estos lugares luzcan como espacios sellados en ámbar, la cita de Rodrigo Fresán es dolorosamente certera: «El pasado nunca deja de moverse aunque parezca algo inmóvil. Como la nieve.» En ese sentido, a pesar de comprender que el tiempo hace su trabajo, buena parte de mí siempre se aferrará a todo lugar estable que el olvido no consiga arrebatarme.
¿A qué hace referencia la vida silvestre de «Lugar estable»? Y el personaje, ¿explora el mundo o se halla perdido?
Hay dos espacios importantes en «Lugar estable», el bosque y las ruinas. El primero, luce como un territorio parecido a un follaje. Tiene la espesura de la selva que conocemos, pero al mismo tiempo, arbustos que no parecen ser orgánicos. Su apariencia ha sido diseñada por una criatura que ejerce poder sobre el lugar. El segundo, representa las únicas evidencias de un tiempo distinto al que conoce. Aquello que lo motiva a indagar acerca de su pasado, el bosque y la criatura que ha creado todo el sistema. Por ello la razón de su periplo.
¿Es el olvido una forma de auto conservación? ¿Cómo ayudan los recuerdos o la pérdida de ellos a componer una historia?
El olvido forma parte de la naturaleza humana. No tiene sentido resistirse a su llamado. Sin embargo, me parece más cautivador verlo como ‘una marea negra de estrellas’. La imagen de las estrellas es un recurso que usa Rodrigo Fresán y Nona Fernández. Tiempos muertos que siguen destellando. Esos son los recuerdos. Que de tanto haber sido dichos o usados, se agotan. Que de tanto habernos penado, se apagan. Los recuerdos sirven como fragmentos dispersos que nos ayudan a acercarnos a la verdad que más nos aflige. Tienen una extraña energía nostálgica que nos permite tener al menos, la apariencia de permanencia. En la escritura, esos vestigios funcionan como detonadores para develarnos hacia afuera.
¿Si «Lugar estable» fuera una novela a qué género pertenecería? ¿Hablamos de una obra de ciencia ficción post apocalíptica? Y si fuera el caso, ¿cuál sería su alegoría?
Creo que tiene afinidad con el género de ciencia ficción post apocalíptica. Sin embargo, dentro de la historia aun no es clara la idea de un escenario parecido a la realidad que conocemos. Considero que más bien, se trata de un planeta semejante a la Tierra. El sistema que lo rige emplea una serie de mecanismos que configuran a todos los personajes que llevan traje. La particularidad está en que ninguno de ellos conoce una realidad distinta a la que el sistema los ha introducido. Sin embargo, ocurre que uno de ellos consigue desconectarse. ¿Cómo lo hizo? ¿Dónde está? ¿Quién es? ¿Hacia dónde irá? ¿Puede escapar? ¿Lo vigilan? ¿Todo es real? Numerosos cuestionamientos que el personaje se hará a partir de ese momento.

Escrito por

Puse

Medio de comunicación/noticias


Publicado en

Su Versión

Entrevistas